una escalera
con sus peldaños
amarrados a ambos lados,
tirada en el piso
sombreado de la calle,
descansa tranquila,
no sube ni baja.
un árbol florido,
una alta fachada,
una nube burlona
la llaman
y ella yace
su silueta amarilla
como hoja caída
de otoño,
descansa tranquila.
sentado a su lado,
de azul uniforme
y adornos coloridos,
come el pintor
que ha dejado
brocha y pintura
por un lonche,
por un rato,
descansa tranquilo.
una escalera
recostada en el suelo
hace una pausa
sin hacer caso
sabiendo, eso sí,
que en cualquier momento
puede tocar la altura
y llevar hasta allá
a quien deba llegar,
por un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario