Guadalajara, desde mi departamento se veía el cerro del cuatro, otro cerro que está enseguida de la barranca de Huentitán y uno más que está hacia el sur, en San Sebastián el Grande. Tengo muy grabadas sus imágenes.
la ciudad y sus luces
bajo el cielo
brota un río de estrellas
desde el cerro del cuatro
y de su flujo nace la ciudad
llena de vida
formando un árbol de luz
con un foco en cada casa
llenando el árbol de nidos
y aquí anidados nosotros
el tiempo siendo tan viejo
no deja de caminar
paseando sus mismos sueños
que siempre quieren jugar
hoy tiene luz y ciudades
para su lúdico andar
yo no tengo miedo al tiempo
-al menos en este día-
no importa que siga yendo
y me lleve más allá,
al cabo que la distancia
nos va a volver a encontrar
