si volviera la felicidad
me valdría madre pensar
en los achaques y en la edad
y si fuera un elefante
además de buena trompa
tendría una mejor memoria
y juntando mis cualidades
haría bonitas historias
con muchísimos detalles
platicaría muchas vidas
aburridas, con penalidades
y otras ricas y con bailes
recordaría la cerveza
que me tomé el otro día
platicando de algún caso
en que buscaba reposo
recordaría cada nombre
hora y lugar
y tal vez de enciclopedia
o a lo mejor diccionario
me pondrían a trabajar
y ya nunca escucharía
un reclamo ni un lamento
ante el hecho irrefutable
de que, como siempre
se me volvió a olvidar
esa frase relevante
que yo tenía qué decir.
pero no soy elefante
y por eso se me olvida
hasta por qué estoy aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario