jueves, 21 de julio de 2011

Deja

deja la hora y ven
a tapar el frío de mi interior
con el abrigo
que habita entre tus curvas
y tus falsas promesas,
termostato de la eternidad
a mi agrietada paciencia...

deja a tu madre y ven
que tengo frío hasta el recuerdo
de tu nombre y los latidos
inmortales de mi órgano vital
partido más no parado
pues no amerita tanto
saber que no estás...

deja el miedo
y ven a recorrer el hielo
con ganas de resbalar,
para no llenar de humo mi espacio,
de calor mi mente
y de esperma el retrete,
y no quedar nuevamente
aquí esperando nada más...

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